Autoestima: Aprendiendo a amarse a uno mismo.

Amarnos a nosotros mismos es el primer paso hacia cualquier meta de crecimiento, desarrollo y bienestar emocional que tengamos.

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La autoestima no es más que es reconocer (sin vergüenza y sin temor) todas aquellas virtudes y fortalezas que tenemos. Es tratarnos a nosotros mismos, con respeto, dignidad y amor. Es vernos con realidad y compasión.

Cuando llegamos al mundo no sabemos cómo definirnos, no contamos con una escala para medir nuestro propio valor, así que dependemos por completo de las experiencias de otras personas. Durante los primeros cinco o seis años de nuestra vida, nuestra autoestima quedará conformada casi exclusivamente por el trato y el amor que recibimos de nuestra familia. Cada gesto, cada mirada, cada conducta formará nuestro sentido de amor personal. Luego inicia la influencia de la escuela y la comunidad, pero la familia siempre conserva un lugar importante.

Muchas veces, la imagen que tenemos de nosotros mismos es positiva y vamos por la vida pensando que somos bellos, eficientes, interesantes, inteligentes o buenos. Otras veces, pensamos todo lo contrario.

Lo malo del asunto es que si pensamos que somos torpes o ineficientes terminaremos pensando que el éxito es algo que no podemos alcanzar, ya sea porque pensamos que no somos capaces de trabajar por nuestras metas o peor aún, porque creemos simplemente que no lo merecemos. Esto ocurre porque siempre buscamos actuar confirmando nuestras creencias sobre el mundo y nosotros mismos.

Lo bueno del asunto es que el concepto que tenemos de nosotros mismos, al ser aprendido también puede ser cambiado o modificado. Recuerda siempre:

Podemos aprender a amarnos. Podemos cambiar las ideas sobre nosotros mismos que no nos agradan y construir ideas más positivas tales como: “SOY VALIOSO”, “MEREZCO EL ÉXITO” “SOY ÚNICO E IRREPETIBLE”, “CADA DÍA ES UNA OPORTUNIDAD PARA TRABAJAR Y CONSTRUIR LA VIDA QUE QUIERO”.

Una buena autoestima nos permite incrementar la alegría y las ganas de vivir; no permite ser eficientes en las tareas que emprendemos, porque nos sentimos más competentes y capaces; nos permite relacionamos mejor con las personas sin necesitar su aprobación; nos permite tener una vida m

ás libre e independiente: porque tenemos confianza y seguridad en nosotros mismos y vamos aprendiendo a tomar las mejores decisiones para guiar nuestra vida.

Entonces, ¿Qué podemos hacer para aprender a amarnos a nosotros mismos?

Algunas recomendaciones sencillas pero importantes son:

• Reconoce tus fortalezas: Piensa a lo largo de este día, ¿Qué fortalezas y habilidades tengo? Toma lápiz y papel e intenta hacer una lista de cada una de ellas. No importa lo sencilla que creas que sea, cada fortaleza y habilidad te recuerdan lo que eres, lo mucho que has logrado y lo mucho que puedes continuar creciendo.

• Reconoce tu belleza y atractivo exterior e interior: No existe un criterio universal de belleza, pero la mayoría de personas coinciden en que lo importante no es "ser bello", sino “sentirnos bellos” y gustarnos a nosotros mismos. Realiza este ejercicio: Piensa ahora mismo en una persona que consideres bella o atractiva, seguramente su "magia" está mucho más allá de su belleza física, seguramente esta persona también te resulta cálida, amable, educada, alegre, afectuosa, graciosa, interesante, tierna y todo eso es seductor, bello y atractivo para ti. La belleza es más que atractivo físico, la belleza es una actitud. Así que aprende a destacar las cosas que te agradan de ti mismo y cultiva tu belleza: sonríe, ten una actitud positiva, sé amable y cálido.

• Recuerda que tienes el derecho a equivocarte: todos los seres humanos aprendemos por ensayo y error. El costo de crecer y aprender es "meter la pata". Los errores son parte de la vida, así que es imposible no equivocarnos cuando estamos aprendiendo algo nuevo. Los errores, además, solo nos recuerdan que somos humanos.

Para cerrar esta reflexión de autoestima, te regalamos la siguiente idea para aprender a amarte:

CONSTRUYE UNA CAJA PARA MIMARTE: Busca una caja (una de zapatos es perfecta) para guardar todos aquellos objetos o recuerdos que te evoquen momentos felices y que siempre te hacen sentir bien: pueden ser fotos de un momento feliz, un cuaderno con tus notas personales, dulces o chocolates, una pelotita antiestrés, una bolsita de té relajante, dibujos, velas, tus poemas favoritos, un libro para colorear, objetos o recuerdos que tengan un valor para ti. Decora esa caja, y echa a volar tu imaginación para ponerla bonita. Ahora, cada vez que necesites energía positiva, abre la caja para mimarte y deja que sirva como un bálsamo para ti.